En un día normal se pueden tener distintos puntos de vista acerca de algo que le haya ocurrido, en un día normal pueden pasar tantas cosas que cambiarían su estado de humor hasta el punto de hacerlo casi imperceptible, pero qué pasa cuando son tan repentinos esos cambios que llegan a un punto de hacerla intolerable, insoportable, y los muchos “ables” que puedan existir.
No es un secreto que la mujer tiene distintas metamorfosis, estas metamorfosis a menudo son asociadas con el período menstrual, es cierto, no obstante existen otras razones por las cuales un día es más atractivo el azul que el púrpura.
El trastorno bipolar se encuentra en un terreno realmente misterioso pues actualmente las mujeres que padecen cambios repentinos de humor se le atribuye esto sin que sea diagnosticado por un experto. El trastorno bipolar o psicosis maníaco- depresiva consiste en la oscilación entre la tristeza y la alegría de una manera tan marcada que se hace más que perceptible hasta el punto de llegar a ser molesta para quienes rodean al afectado.
La depresión es uno de los estados de ánimo que más afecta a la persona, y cómo no serlo, si la mitad de los problemas son afrontados con este sentimiento, la ira también es importante, que no le sorprenda la puerta cerrada en sus narices si está conviviendo con una persona que padezca este trastorno.Pero… en verdad se trata de bipolaridad o es una excusa para ocultar la inmadurez de algunos.
Hay que conocer al cuerpo para determinar qué es lo que está ocurriendo, no basta con fijar una fecha para creer cuándo tendrá síntomas pre-menstruales ¿está afectando su vida personal? Si es así acuda a un médico pronto, al de cabecera, o a quien usted crea que puede asomarle alguna solución porque no basta con creer que padece este trastorno, puede estar siendo víctima de la malcriadez de su alter ego.
Existen dos fases en el trastorno. Aquí le asomamos algunos de los sentimientos que pudiera relacionarse con el trastorno que está de moda:
Durante la fase depresiva el paciente puede presentar:
- Pérdida de la autoestima.
- Desánimos continuos.
- Ensimismamiento.
- Sentimientos de desesperanza o minusvalía.
- Sentimientos de culpabilidad excesivos o inapropiados.
- Fatiga (cansancio o aburrimiento) que dura semanas o meses.
- Lentitud exagerada (lenta).
- Somnolencia diurna persistente.
En la fase maníaca se pueden presentar:
- Agresión inútil e innecesaria.
- Aumento de las actividades orientadas hacia metas (es decir, creen que pueden con todo, llegando a pensar que en pocos meses serán estrellas de cine, o grandes empresarios. Si los contradicen suelen enojarse y pensar que el mundo está en su contra).
- Ideas fugaces o pensamiento acelerado.
- Enfadarse por cualquier cosa.
- Autoestima alta.
- Menor necesidad de dormir.
- Agitación.
- Logorrea (hablar más de lo usual o tener la necesidad de continuar hablando).
Examínese primero y sea usted el que inicie el proceso de curación, es su deber asumir el problema antes de que cause males mayores.
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